El jet-lag es una mezcla de cansancio y otros síntomas provocados por un largo viaje en el que cruza distintas franjas horarias.
Nuestro organismo está programado para vivir el día y la noche. Muchos procesos corporales se rigen según un "reloj interno fisiológico", que marca los períodos de sueño y vigilia, según la temperatura, las hormonas, la digestión, la tensión y el estado cerebral. Este ciclo de actividad cada 24 horas se llama “ritmo circadiano”. Si uno viaja a otra franja horaria, se distorsiona este ritmo lo que provoca trastornos físicos agudizados por el propio cansancio que produce un viaje de estas características.
Entre los posibles síntomas provocados por el trastorno se encuentran: fatiga, cansancio, problemas digestivos como vómitos y diarreas y confusión en la toma de decisiones o al hablar, falta de memoria, irritabilidad y apatía.
Entre las estrategias para evitar el jet-lag se recomienda no leer durante el viaje ya que la visión será mas confusa y su cerebro comenzará a general malestar, llevándolo al vomito. Si viaja en automóvil o en cualquier viaje terrestre procure tener el ambiente ventilado sin olores fuertes o desagradables. Dormir bien antes de empezar un largo viaje y durante el mismo, beber en abundancia, evitando las bebidas alcohólicas y la cafeína. Se aconseja practicar técnicas de relajación.
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